Ingredientes (para 4 personas)
- pieles de bacalao
- callos de bacalao Giraldo
- aceite de girasol
Preparado
Como aperitivo, estas originales cortezas son deliciosas simplemente crujientes o untadas en salsas como la tártara, mahonesa o ‘ali-oli’, pil-pil, vizcaína, etc. También se pueden utilizar como guarnición. Elaboración: Poner las pieles de bacalao y los callos desalados y cortados a secar en una placa con papel de horno antiadherente (SILPAT), encima del horno durante 48 horas o en el horno a 80º durante una hora. Cuando las pieles y los callos estén completamente secos, los freímos en abundante aceite de girasol. La rehidratación a esa temperatura hace que se inflen quedando después con una textura crujiente como las cortezas.